miércoles, 8 de julio de 2015

Amenábar punto de fuga

Hoy, una tarde de invierno como cualquier otra.
Tendrá quizá la tranquilidad del alma serena. 
De la cura que las heladas de este invierno le van dando a mis heridas. 
De que ya nada duele. Las heladas, como te decía, hicieron que la luna brillante en alguna mañana camino a Monte Hermoso, tejiera un "licamento" a todo lo que dolía. 

Y me dieron ganas de retomar esto de contarte cosas por acá.
Algún día las leeremos juntos o quizá vos por tu cuenta.
En fin, miremos un par de fotos.












ya lo estoy queriendo
ya me estoy volviendo canción
barro tal vez
Y es que está es mi corteza 
donde el hacha golpeara
donde el río secará para callar

Hoy, tarde de invierno y de Luis Alberto. 
Y de nosotros.
Porque en definitiva, somos nosotros.